El Beato Francesco Faà di Bruno, se animó a ser amigo de Jesús y hacerse hermanos de todos, especialmente de los más necesitados; para ello él puso en juego todos los talentos que Dios le dio con alegría, siempre decía:
“Instruirme y ser útil a los demás son la bisagra de la puerta de mi felicidad”.
En la Pastoral del Francesco te regalamos el PIAFF!!!! La familia grande del Francesco en actitud de salida, es la comunidad de niños, adolescentes, docentes, directivos, consagradas, padres y madres de familias que Primerean, que se Involucran, que Acompañan, que Fructifican y Festejan. Y todo esto de la mano y el cuidado maternal de la Virgen María, a quien el Beato Francesco Faà di Bruno le puso el nombre de Nuestra Señora del Sufragio; a ella le confió su vida y sus obras de misericordia.

¿DE QUE SE TRATA?
• PRIMEREAR:
Experimentamos que Jesús tomó la iniciativa, nos ha primereado en el amor (cf. 1 Jn 4,10); y, por eso, sabemos adelantarnos, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos y los más necesitados. Vivimos un deseo inagotable de brindar Amor, fruto de haber experimentado la infinita misericordia de Dios y su fuerza difusiva. ¡Animémonos un poco más a primerear!
• INVOLUCRARSE:
Como consecuencia, deseamos involucrarnos. Jesús lavó los pies a sus discípulos. El Señor se involucra y nos involucra a nosotros, poniéndose de rodillas ante los demás para lavarlos. Jesús hoy nos vuelve a decir: “Serán felices si hacen esto” (Jn 13,17). Deseamos entrar con obras y gestos concretos en la vida cotidiana, achica distancias, generar espacios de encuentro y asumir la vida humana como viene, reconociendo a Jesús en los hermanos.
• ACOMPAÑAR:
Nos disponemos a acompañar. Acompañar a la humanidad en todos sus procesos, por más duros y prolongados que sean. Sabemos de esperas largas y de aguante apostólico. Recurrimos a la fuerza de la paciencia y el cuidado de la fragilidad.
• FRUCTIFICAR:
Fieles al ejemplo de Jesús, también deseamos fructificar. La familia del Francesco está atenta a los frutos, porque el Señor la quiere fecunda. Cuida el trigo y no pierde la paz por la cizaña; por eso nos animamos a caminar con esperanza. Buscamos la manera de que la Palabra de Jesús, se encarne en una situación concreta y dé frutos de vida nueva, aunque en apariencia sean imperfectos o inacabados. Nos animamos a dar la vida entera y jugárnosla hasta contagiar la alegría a los demás.
• FESTEJAR:
Celebramos y festejamos cada pequeño logro, cada paso adelante en la cotidianeidad. Esta vida gozosa se vuelve belleza en medio de la exigencia diaria de contagiar el bien. La celebración de la vida es fuente de un renovado impulso donativo feliz para que tantos hermanos descubran que todos somos valiosos y que nadie queda afuera del hermoso desafío de caminar juntos.
¿TE ANIMÁS A VIVIRLO?

En la Palabra de Dios aparece permanentemente el dinamismo de «salida» que Dios quiere provocar en nosotros. Abraham aceptó el llamado a salir hacia una tierra nueva (cf. Gn 12,1-3). Moisés escuchó el llamado de Dios: «Ve, yo te envío» (Ex 3,10), e hizo salir al pueblo hacia la tierra de la promesa (cf. Ex 3,17). A Jeremías le dijo: «Adondequiera que yo te envíe irás» (Jr 1,7). Hoy, en este «id» de Jesús, están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de nuestra misión evangelizadora, y todos somos llamados a esta nueva «salida» misionera. Todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio.